Por fin libres

Ficción

Rocambole, mientras los fantasmas y los personajes secundarios se agrupan en torno al cadáver, parte en su carruaje camino al ocaso. Otros lloran, se lamentan; no comprenden el porqué de esa muerte sin sentido. Era una buena persona, de sentimientos nobles, dice el Galán. Fue un solo disparo, comenta el Lacayo. La ciudad, Buenos Aires, y el amor causaron esta tragedia, llora la hija. Mientras, Sofía, con el arma aún caliente entre sus manos, se acurruca junto al ex presidiario. En el horizonte, rumbo al oeste, el sol se apaga como las vidas de los que sufren por amor.